El "Arte" de amar
Cuando tenía 13 años, había algo que me cuestionaba. Todos mis compañeros y amigos del colegio, se habían echado novia en algún momento, algunos las mantenían, otros las cambiaban como de ropa interior. Yo sólo había estado con una chica, y no duró ni dos semanas.
Me preguntaba ¿qué es lo que tanto les agrada?¿qué es lo que se hace con una pareja?¿son sólo los besos?...¿será la compañía?...miraba a mis amigos "enamorados" y llegó de manera casual a mis manos un libro gastado, pequeño, oculto en la estantería de libros de mi casa, éste se llamaba "El Arte de Amar" de Erich from.
El haber aprendido guitarra desde los 8 años me dio una gran referencia para entender la pregunta que planteaba este señor : "¿Es el amor un Arte?". Tuve que soportar las ampollas en los dedos, las heridas, horas de estudio, errores y correcciones, cansancio, dedicación; luego pasar a la ejecución del instrumento de manera más automática, y por último centrarme sólo en el sentir y disfrutar...
Sabía que el "arte" es la expresión del alma, pero utiliza vehículos, como las manos del escultor, del pintor, del músico y estas necesitan un entrenamiento, llegar a tener movimientos pérfectos.
Me di cuenta que la única forma de amar, era amando, era "practicando", era abrir mi corazón a la vida, a mis hermanos, a mi universo; pero sobre todas las cosas a no esperar. No esperar que los demás hagan lo mismo conmigo, no esperar que me amen... no esperar tener un buen amigo, si no soy yo primero un buen amigo. Precisamente fue a partir de allí que noté que la gente a mi alrededor me quería más, me daban muestra de su amor.
Creo que ese fue el momento, en el que supe que el amor realmente es una arte y como tal, requiere un tiempo, una atención, una dedicación, para que surja de manera luminosa desde nuestro interior y retorne aumentado de manera infinita.
Que bonito analisis del "arte" de amar, amar desinteresadamente, según mande nuestro corazón, me gusta.
ResponderEliminarMaravilloso lo que has escrito. Un saludito
ResponderEliminarCésar me encantó este post, una analogía perfecta, sigue cultivando tu arte...
ResponderEliminarBesitos
Todo en la vida se compone de arte… porque todo está rodeado de amor, la cosa más pequeña si no se hace con amor no es válida, todos y cada uno de nosotros nos movemos por amor, nacemos por amor y a partir de ahí comienza el conocimiento del arte.
ResponderEliminarUna entrada preciosa.
Un beso.
Cuando avanzas en la vida, te das cuenta un buen día q lo impotante no es cuánto te han amado sino cuánto has amado tu
ResponderEliminarY un buen día también eres capaz de decir lo q te da la gana a quien crees, pq el amor te pertence ya no necesitas a esa otra persona para sentirlo, para recrearlo, pq por fin te has dado cuenta lo q realmente es amar
muakkkkkkkkkkkkkkkk
Adhiero plenamente. Con aciertos y errores se construye.
ResponderEliminarSaludos
Soñadora: me alegra te haya gustado. Nos falta escuchar al corazón y arriesgar.
ResponderEliminarNo a la discriminación: Gracias. Sólo compartía. Saludotes.
Borrasca: Seguiré cultivando este "arte", es vital.
Meriem: Así es. Aunque busquemos fuera de nosotros todo lo que nos de alegrías, el amor es imprescindible e invalorable.
Bolero: De acuerdo contigo. No se necesita de "objeto" de amor...basta con tenerlo dentro y saber que alumbra. Besotes.
Germánico: Si no ¿para que éstamos en este mundo? ¿Para seguir normas o para aprender?
Un abrazo
Un libro te puede dar ideas, hacerte reflexionar, pero es la experiéncia y la práctica la que consigue que conviertas tus actos en arte.
ResponderEliminarCada uno aprende a amar a su manera, arriesgando un poquito de uno mismo, y a pesar de todo lo dicho y escrito el amor sigue teniendo cientos de misterios que nos vuelven locos a los humanos.
Rebeca: Estoy de acuerdo. El amor es tan profundo que el intelecto no tiene la capacidad de conceptualizar esta realidad. Gracias por la visita. Besotes.
ResponderEliminarHola:
ResponderEliminarEl asunto del amor es un arte y una aventura y un jugársela siempre.
Creo que el inicio es amarse a uno mismo, para proyectar ese amor a los demás. Algo de eso escribí en el primer post de mi blog, precisamente aquel que lleva su nombre, Better Days.
Lo demás caerá por su propio peso.
Saludos,
Gustavo Mayta Anselmi