Camino: Entre realidad y ficción

Ayer fui a ver la película. Desgarradora por momentos, tierna e indignante en otros. Una mezcla de emociones, contradicciones de personajes que buscan el equilibrio frente a la adversidad con lo que les han enseñado: la creencia y fe en la "voluntad" de Dios. La línea entre la creencia religiosa y el fanatismo resultará sumamente delgada.

Nerea Camacho, "Camino", es una prometedora actriz que dará de que hablar en el cine español. Su mirada tierna, su dulce sonrisa, retratan a una niña con aire de santidad, más que por sus principios religiosos, por su corazón lleno de bondad y amor.

Carmen Elías, realiza un perfecto trabajo con un potente personaje, una madre que ama a su hija pero que está envuelta en esa fe "inquebrantable" y alimentada e influenciada por sacerdotes de gente de la "obra": del Opus Dei. Una madre que no logra entender el amor de su hija por "Jesús", quien es un adolescente con el que Camino anhela participar en la "obra" de teatro "La Cenicienta".

Mariano Venancio, interpreta a un padre atormentado por las "convicciones" religiosas de su esposa, y su profundo amor por su hija Camino, a quien intenta dar lo mejor de si en la situación delicada de su pequeña y de paso, familiar. Estupendo el actor.

Creo que hay que ver esta película teniendo en claro que no es una biografía, ni mucho menos el relato de la vida de Alexia Glez-Barros, niña que muere de cáncer y que está en vía de canonización, y a quien el director Javier Feeser dedica la película . Tener en cuenta que cada personaje representa mundos interiores de manera tan real y convincente que puede llevarnos a confundir la realidad con la ficción, a creer que la vida de Alexia fue así y caeríamos en un gran error de conceptos .

La película como tal me parece excepcional, por el reparto, la fuerza de la música, los colores vivos cuando se requieren... En fin, es para verla, sentirla, dejarse emocionar . Debo advertir que puede ser dura por momentos y el mensaje final, es para que cada quien pueda interpretarlo a la luz de la objetividad y el sentido común; elementos necesarios para entender el transfondo de la película.