Una historia de amor...
Subí al autobus y miré mi billete buscando el asiento. El número 16 daba al pasillo y antes de llegar a él, me crucé con ella. Me miró lo necesario como para decirme "permiso" cuando se dirigía en sentido contrario al mío, no sabía que le volvería a ver.
Estuvimos en silencio un momento. Yo miraba sus manos por si veía algún anillo de casada o de compromiso. Precisamente vi un anillo con una piedra enorme, estaba comprometida.
- Qué calor ¿verdad?, tú que estás al lado de la ventana lo notarás más.
-No hace tanto. En el norte, en Piura, hace más calor...esto no es nada.
-¿Eres de Piura? ¿Qué haces tan lejos de tu tierra?.
- Regreso de Santiago de Chile, de ver a mi novio.
- Genial, yo regreso de un congreso.
-¿El de profesores católicos? ¡Yo tengo una amiga que vino a ese congreso!!... yo le iba a acompañar pero este viaje me salió de improviso.
La conversación se tornaba cada vez más amena y sentí que habíamos conectado. Luego me contó, entre otras cosas, que adoraba a las hijas de su novio, las sentía como sus hijas, y que en el fondo, realmente no amaba a su novio tanto como a las niñas, y por cierto, regresaba tras haberse peleado con él.
Tacna es conocida por ser un lugar en la que se venden muchísimas cosas un precio más bajo que el habitual, muchas de contrabando, por lo que la policia detenía los autobuses para verficar que no se trasladaran productos ilegales. Precisamente, tuvimos que deternos para pasar el control policial . Bajamos del autobús y no nos despegábamos el uno del otro. Era como si nos conociéramos de toda la vida y como si realmente, estuviéramos viajando juntos.
Retomamos el viaje sin mayor incidencia, entre sonrisas, anécdotas y una admiración mutua. Ella era profesora de educación infantil y se le notaba una mujer sensible, inteligente y una sencillez enorme a pesar de ser hija de dos profesionales reconocidos en el norte del país.
Llegadas ya casi las 11 de la noche, noté que estaba acalorada y que tiritaba de frío. Era fiebre. Asumí la labor de ser su "enfermero", facilitándole pastillas para bajar la fiebre que llevaba conmigo y poniéndole paños de agua fría para bajar la fiebre que parecía alta, al percibir su temperatura en la parte interna de los dedos de mi mano.
Le vi descansar plácidamente después de unas horas de atenciones. Me conmovía su rostro tranquilo...me imaginaba que se sentía bien, protegida...se le veía dulce. La fiebre había remitido después de dos horas. Al rato las luces todas del autobus se apagaron, al término de la película que hábían puesto. Noté como bajo la protección de la oscuridad sus manos buscaban las mías, y yo reconozco, le facilitaba el trabajo. Sentía cómo el magnetismo de nuestros cuerpos nos obligaba a estar más cerca, nos obligaba a frotar nuestros brazos...Noté como ese magnetismo hizo que chocáramos nuestros labios.
Despertamos tomados de la mano, y era curioso ya con la luz del día que a pesar de estar en evidencia no nos soltásemos. No nos dijímos nada, sólo sonreíamos. Al llegar a nuestro destino, intercambiamos nuestros números de móvil y me dijo que se quedaría ese día en Lima y que a primera hora de la mañana tomaba el autobus con dirección a Piura. Me pidió vernos y yo también lo deseaba. Nos despedimos y quedamos para esa tarde.
Cerca de las 4, le busqué en donde habíamos quedado, en el centro comercial Jockey Plaza, cerca del Saga Falabella. Le veía estupenda. Le entregué un "conejito" de peluche, que había elegido para ella y tras un beso corto pero intenso, nos dirigimos al cine a ver "El hijo de la Novia" película argentina que nos encantó. Al término de la película me dijo lo que tanto esperaba y temía : "¿Qué somos?". En ese momento yo ansiaba estabilidad tras una ruptura traumática con mi anterior pareja, y ella tras conocerla me parecía ideal, salvo por la distancia, pues de Lima a Piura un viaje en autobús no bajaba de las 12 horas de viaje y en avión era costoso.
- Me encantaría podamos empezar algo lindo - le dije- pero temo que la distancia es un problema.
- Si no puedes viajar yo puedo regresar a Lima las veces que quiera.
- ¿Quieres intentarlo? - pregunté, y en ese momento vi su dulce sonrisa y nos fundimos en un beso, esta vez, más largo.
Tras esa tarde linda nos despedimos, y ella regresó a su ciudad. Al día siguiente, no creía lo que había sucedido. No he comentado que en el autobús viajábamos algunos compañeros del trabajo que también habían asistido al congreso, y se habían dado cuenta que había ligado con mi compañera de asiento. No dejaban de hacerme bromas, y yo "cortesmente" sonreía.
Los días siguientes eran de quemar el móvil. Llamadas constantes, para saber como estábamos, que nos echábamos de menos, en fin..."Es amor a primera vista" me dije con mis 25 años encima. Hasta que llegó el ansiado día. Ella visitó Lima, conoció a mis padres, y luego yo a Piura y conocí a los suyos, sus amigos, su familia....sentía que eso iba a 100 por hora y me veía en matrimonio en poco tiempo...era todo una locura, pero una locura que también deseaba se concrete.
No nos vimos más. Nos llamábamos frecuentemente, cada vez de manera más espaciada. Notaba el gasto del teléfono y me sumergí en mis actividades que no eran pocas.
En diciembre de ese año 2002, me detectaron el mal funcionamiento de las glándulas tiroides dando origen al "Hipertiroidismo", problema que me originó bajar de peso de los 63 kilos de ese momento a los 49 kg, además de sudoraciones excesivas, calambres, taquicardias, que hasta el comienzo de mis vacaciones de diciembre no había notado por estar "absorbido" por mi trabajo. Se me recomendó descanso absoluto durante un mes, y el consiguiente tratamiento a base de pastillas que en muchos casos me causaba efectos secundarios desagradables...(Hoy por hoy está controlado, tengo el peso de 76 kilos y me mantengo sin mayores molestias que tomar una pastilla pequeña por las mañanas sin los molestos efectos secundarios que padecí anteriormente).
Suena el teléfono, era ella. Desconocía todo lo que estaba sucediendo, no le hice participe de lo que me ocurría, y me llamaba para pasar la "Noche Vieja" en un complejo turístico en su ciudad. Le conté que tenía problemas de salud y que no me sería posible viajar, que necesitaba descanso médico. Yo esperaba una reacción más comprensiva que el notar que le había molestado sus planes. Me dijo: "No importa. Vente que yo te cuido aquí". Insistí :" Tengo que tomar descanso absoluto, no puedo moverme de casa". Discutimos, y en fracción de segundo supe que esta chica no me quería, que le daba igual que esté enfermo, que tomaba muy poco en serio mi estado.
"Es mejor que lo dejemos" le dije, ella rabiosa no se opuso y colgamos el teléfono. Pasaron meses, y muchas cosas. Ya estaba saliendo con la madre de mis niñas, eramos novios, cuando veo un email que decía:
"Hola. Estoy en Lima. Me gustaría verte. Mi número es el mismo... sólo estaré unos días". Me saltó en el corazón, pero sabía que la situación ya no era la misma. Le llamé y quedamos. La cita fue en una heladería en la Plaza Kenedy, situada en el barrio de Miraflores,...a ella le encantaban los helados y fui yo quien elegí el sitio.
Nos vimos y ambos sonreímos al vernos. "Estás más gordito" me dijo, realmente estaba en mi peso en ese momento, pero ella me había conocido cuando estaba en proceso de adelgazamiento. "Tú estás igual de guapa", le contesté y ella sonrío.
Entramos a la heladería, y tras hablar de nuestras cosas, planes y demás, toqué el tema de mi "enfermedad".
-¿Por que no me lo dijiste? - me preguntó.
- Pero si te dije que estaba muy mal y que no podía salir de casa por indicación del médico.
-Pensé que era otra cosa, y que estabas poniendo sólo excusas...¡¡Si lo hubiese sabido viajaba inmediatamente y dejaba todo por estar a tu lado....!!!
Un silencio nos rodeo. Sentimos en nuestras miradas que la pena nos invadía, sentí en su mirada lo mismo que yo sentía, que era demasiado tarde. Ella se iba a casar, y yo estaba comprometido.
Luego de unos minutos, terminamos nuestros helados, en silencio. Abandonamos el lugar y tocaba despedirse.
-Por algo pasan las cosas- me comentó.
-Estoy de acuerdo. Me ha dado mucha alegría verte. Espero que todo te salga bien, y que seas feliz.
-Yo te deseo a ti lo mismo- me contestó - Es una pena que...
-Déjalo - le dije - cuenta con mi cariño y mi amistad sincera.
Nos dimos un fuerte abrazo y nos despedimos. No nos hemos vuelto a ver hasta el momento, pero hemos retomado contacto gracias a la maravilla del messenger. Tiene un niño precioso a quien ella adora, y está locar por tener tres más. Hay mucho cariño de por medio, pero es un cariño de amigos, un amor lindo y sincero...Un día le dije que iba a escribir una historia de amor, creo que el día ya llegó.
A veces las distancias y los malentendidos frustran una bonita relación de amor. Quizás la inseguridad de ella le hizo pensar que le ponías una excusa para no verla. Al menos queda la amistad y si no funcionó sería que no estaríais predestinados a estar juntos.
ResponderEliminarPor cierto, mi madre también tiene hipertiroidismo y sube y baja de peso cada dos por tres.
Un beso
Que historia mas bonita, la verdad a una romanticona como yo me ha encantado, todos tenemos nuestra historia particular, pero creo que habías nacido para seguir otro planes.
ResponderEliminarUn abrazote
me hiciste suspirar...hemosa historia..
ResponderEliminarMe encantan esas historias en las que no sabes porqué el destino te cruzó y luego insistió en separarte, ojalá los mensajes fueran más claros.
ResponderEliminar¡Pero así es la vida! nos cruzamos, nos descruzamos, nos reencontramos, nos separamos...
Bonito, muy bonito. Espero que de esto te quedaras con el aprendizaje de la comunicación abierta con la persona a la que quieres. Eso es vital en todas las relaciones.
ResponderEliminarExcelente historia, un fuerte abrazo.
que maravillaaaa..... aquellos recuerdos... linda historia para dos desconocidos con alma romantica en busqueda de amor. No te puedo decir lástima que no se concreto porque ambos con hijos no puede haber lástima sino alegría... TE QUIERO MUCHO
ResponderEliminarQué historia tan bonita... Tiene un final feliz, aunque no fuese el esperado ¿no?
ResponderEliminarSaludos.
que bonita historia de como se ocnocieron de verdad algo inesperado y bueno dios sabe porque suceden finales asi
ResponderEliminarMe gustó la historia y lo bien narrada que está...
ResponderEliminarDios escribe recto con los renglones torcidos. Cuántas veces da vueltas el destino para llevarnos a un sitio y coincidir.
ResponderEliminarCuántas veces falta una pieza para que todo hubiera sido perfecto.
Lo que tenemos es que disfrutar de lo que tenemos y nunca pensar en lo que pudo haber sido.
Tenemos un presente, el nuestro.
Qué bonita historia.
Soboro: Las distancias y los malentendidos son dos elementos determinantes para que realmente no haya relación. La amistad es la mejor recompensa. Por cierto, ya no tengo hipertiroidismo, me traté y ahora me controlo el hipotiroidismo. Besos.
ResponderEliminarRuth: Realmente no sé si nací para otros planes, pero lo cierto que esta es una de las historias que hacen que aprendas mucho para la vida. Gracias por tu visita. Besos.
Enredada: Me alegra que hayas suspirado...ya somos dos...
Rebeca: Creo en la vida como un largo camino personal en el que no vamos solos, y las compañías son eso, compañías,... en algún momento confluyen los caminos y en otro se separan. Un besote amiguita.
Esperanza: En definitiva, si hay algo que tengo aprendido, es que la comunicación clara es vital...te ahorra mucho.
Karem: Qué decirte que no sepas...he dicho mucho, repito, realmente deseo que seas feliz. También TE QUIERO MUCHO.
Ana: Asi es..no es el final esperado, pero es un final feliz, y un comienzo más feliz...Kisses.
Maria Cristina: Fue todo inesperado, pero es lo que sucedió. Se aprende mucho de esas situaciones. Besos.
Mario: Me alegra que ta haya gustado al igual que la narración. Prometo seguiré esforzándome para hacerlo mejor cada vez. Un abrazo.
Alfonso: Estoy totalmente de acuerdo contigo. Considero en que los recuerdos, son eso, recuerdos, no son el presente, pero sé que nos ayuda a aprender, a saber lo que se debe volver a hacer, y lo que no. Realmente, el resultado no pudo ser mejor. Un abrazo amigo.
A veces ppasan las cosas querido César, sí, y siempre pasan por algo, ese algo que no logramos descubrir jamás o lo hacemos muchísimo más tarde...
ResponderEliminarQué lindo relato! Tierno y sensible.
Un beso enorme
Gracias Anita...echaba de menos tus visitas. Creo en la causalidad más que en la causalidada, pero eso casi siempre saco provecho de las cosas que pasan...
ResponderEliminarUn besote para ti también
Que linda historia Cesar .. como bien dicen lo que pasa es lo mejor que puede pasar...
ResponderEliminarMe encantó hablar contigo por msn ayer en la tarde... después de tanto tiempo
Espero que ya no te pierdas
Un beso muy grande
Alesita: Hay un dicho que dice "Nadie nos quita lo bailao". Y así es. pasó y fue bueno. Estamos en contacto. Besos.
ResponderEliminar