Tres historias para pensar - III PARTE

Esta vez dejamos a las ranitas.

"El caballo y el foso"

Un jinete paseaba con su caballo por el campo cuando repentinamente, cayeron ambos a un foso. Quien lo llevó peor fue el caballo pues cayó de lleno, mientras que el jinete logró caer al borde y salir.

Al ver que era casi imposible rescatar al caballo, optó por dar por perdido al caballo, y ¡ enterrarlo !!!...aunque daba muestras de vida y movilidad, cristalizó su desición cogiendo una pala cercana al foso y comenzó a tirarle la tierra encima.

El caballo, no entendía, pero lograba mover el lomo y quitarse la tierra de encima. Así una y otra vez. Curiosamente, el nivel de tierra estaba elevando el nivel del ras del piso del caballo...hasta que ocurrió lo inaudito. El caballo viendo cercana la posibilidad de salir, al estar cada vez más en alto, dio un brinco y salió... El caballo se salvó.


En estas tres historias quiero destacar lo siguiente:


1. Lo común entre estas historias, es la voluntad de lucha, frente a las dificultades y situaciones más adversas.

2. Que a veces es mejor ignorar a aquellos que nos quieren desanimar o hundir en nuestros propósitos, o en su defecto, seleccionar a quello que puede servirnos de manera constructiva...recordar que no somos dueños de la verdad.

3. "No hay peor gestión, que la que no se hace" me repetía mi madre constantemente. No darse por vencido es un elemento indispensable para tener siempre la opción de éxito.

4. Las situaciones adversas nos pueden hundir y "enterrar vivos", pero si no nos dejamos, podemos utilizar estas mismas dificultades para dar un salto a un crecimiento a nivel personal y espiritual.


Abrazos




Comentarios

  1. En nuestra vida cotidiana pasamos una serie de situaciones en las cuales queremos olvidarnos de todo y rendirnos, hay personas que hacen lo posible para verte caer y esta en las manos de cada uno, el poder de decisión, si te hundes o si aprendes a nadar en 1 segundo.
    Concuerdo contigo cuando dices, que hay que tomar aquello que nos sirve de manera constructiva, xq eso nos hace crecer más como personas, saber escuchar y evaluar lo que tienen que decirnos.
    saludos :)

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  2. Y estoy de acuerdo al 100%; con todo, pero me encata la frase de tu madre.

    Esta historia, la del caballo me ha dado un poco de pena, porque yo hubiera hecho lo imposible por sacar al caballo de allí.

    Un besito, César

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  3. Milagritos, cuando uno vive la vida con intensidad, es inevitable el error. Es en ese momento cuando caes en la cuenta que siempre tienes dos opciones como mínimo; seguir o declinar. La opción, como bien dices, es de uno mismo. Besos y gracias por tu visita.

    Reina, si elaborara un listado de frases de mi madre, tendría que hacer un nuevo blog (no es mala idea). Por lo del caballo, no te preocupes... felizmente no hay muchos jinetes como éste.

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  4. Hola César, encantado de pasar por primera vez por tu blog. Conocía esta historia porque la usamos en una psicoterapia que se llama ACT (terapia de aceptación y compromiso). Si te interesa puedo proporcionarte algunois enlaces en los que encontrar más información. Saludos.

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  5. Gracias Satie. Todo lo que sea seguir aprendiendo y enriquecerme, estupendo. Esta historia la escuché hace mucho tiempo, en una jornada de motivación para jóvenes. La moraleja, es cosecha propia. Envíame esos enlaces a verayance1@hotmail.com. ¡Gracias!!!

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