También te echo de menos


- ¿Hace cuanto que no hablas con tus niñas?

- Casi un mes.

-¿Por qué?

- Porque no quiero hacerlo. Cada vez que llamo, la madre me dice que están jugando, y no quiero forzarlas. No me echan de menos.

-Pero son niñas.

-Lo sé, pero siento que no me echan de menos, es absurdo, pero así lo siento.


Después de esa conversación con ella, quien me está devolviendo la vida y la paz, cogí el teléfono para hablar con mis niñas. Sin cobertura. Una putada el que vivan en un lugar tan alejado de comunicaciones y la cobertura de los móviles no sea la mejor de las aliadas cuando tienes una emergencia o quieres comunicarte. Marqué una, dos, tres veces más. Desistí.


Han pasado dos días. Después de una mañana en la que salí con ella y nos despejamos un poco, me decidí a llamar otra vez, eran las 4 de la tarde.


-¿Hola?

-Hola, soy yo. ¿Están las niñas por allí cerca?, me gustaría hablar con ellas.

-En este momento están en la cocina - son unos 80 metros de distancia en el caserío en donde viven-y allí no hay cobertura. En este momento van a comer, cuando encuentre un punto de cobertura, te llamo para que puedas conversar con ellas.

-De acuerdo. Adiós.


El resto de la tarde no pensé en ello. No quería desesperar al no recibir ninguna llamada. Tanto desconecté que me olvidé. Llegada la noche, casi ya las 11, recibí la llamada.


-¿Ya pueden hablar las niñas?

-Soy yo, papá.

-¿Almita?, hola mi vida, como estás...pensé que era tu madre. ¿Cómo has estado?

-Bien.

-¿Qué has echo hoy día?

-Jugar.

-¿Y a qué has jugado?

-Me fui a la playita con mi hermana.

-Que bien hijita...a ver cuando me invitas.

-Cuando quieras papá.

-¿Y tu hermanita?

-Durmiendo.

-¿Y qué has comido hoy?

-Spaguetis.

-Uhmmm que rico....

-Sí, y mi mami ha preparado flan.

-Ya veo, veo que tu mami no pierde la costumbre de los postres ....¿Almita?¿Me escuchas?...no te escucho bien....


Se colgó. Vuelvo a llamar, puñetera cobertura


-¿Hijita?

-Si papi, se colgó.

-Bueno hijita, me alegra que estés bien, que te hayas divertido. Cuida mucho a tu hermanita, ya sé que eres una chica mayor - tiene tan sólo 4 añitos-y dale un beso de mi parte cuando despierte. Te quiero mucho mi vida y te echo mucho de menos.

-Yo también te quiero mucho papá, también te echo de menos.

-Qué descanses hijita, duerme con los angelitos.

-Gracias papá...¿Te paso con mi mamá?.

-No hijita, ya me despedí de ella....besos.


Una sonrisa se esbozó en mi rostro....y me acompañó hasta que concilié el sueño.

Comentarios

  1. Los niños tienen una facilidad increible para adpatarse donde estén y con quien estén si se sienten queridos y cuidados.
    Que estén bien donde están no quiere decir que no te echen de menos, eres su padre, las quieres y ellas lo saben sólo que ellas no son como nosotros que nos pasamos el día sufriendo y pensando si estarán bien, que lo están.
    A mí me ocurre lo mismo con mi hijo cuando se va con su padre, pienso que no me echa de menos, pero la carita que pone y el abrazo que me da cuando llega a casa el primer día... no me puede pagar su ausencia de mejor manera.
    Llámalas siempre que quieras, Cesar, son tus niñas.

    ResponderEliminar
  2. :-)

    Como no va a echar de menos a su papi?

    Pero serás bobón... (con todo el cariño)

    ResponderEliminar
  3. ufff!!!! Se me escapa una lágrima (y dos). No lo puedo evitar. ¿Cuándo las puedes ver? Qué putada (con perdón), César.

    Un besazo enorme y guarda esa sonrisa.

    ResponderEliminar
  4. Eva, gracias por escribir. Entiendo lo de las niñas y creo que me he justificado absurdamente para no sentirme vulnerable...Sí, el escucharlas de momento, es un gran refrescante de mi alma.

    Poledra, es verdad, soy un bobón (y sé que lo dices con cariño), sé que me echan de menos a su manera, por ese lado, ya estoy más tranquilo.

    Reina,...espero verlas pronto. Espero que sea en este fin de semana o el próximo...ya te contaré. Besos y guardaré la sonrisa.

    ResponderEliminar
  5. Como en el cuento del traje del emperador, ... los niños siempre dicen la verdad. :)

    ResponderEliminar
  6. Así es Alfonso....hay mucho que aprender de los niños. Gracias por tu visita.

    ResponderEliminar
  7. A mi me parece que es imposible no echarte de menos César. Así que imagínate tus hijitas.

    No pierdas ni un segundo del que puedas pasar con ellas.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  8. Gracias Sommer...es reconfortante lo que has dicho. Gracias otra vez. Seguiré tu consejo, no te preocupes. Otro abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Aunque pasen mil años, cien sunamis, aunque tengas canas, aunque te hagan abuelo, aunque sean madres, aunque te enfades, aunque se enfaden, hay algo que NADIE podrá cambiar jamás, esas niñas son tus hijas y tú eres su padre.

    No lo olvides nunca, ellas lo recordarán siempre, estoy segura.

    No dejes que la distancia se apodere de vuestros sentimientos.

    un beso

    ResponderEliminar
  10. Estoy de acuerdo, afortunadamente los niños se adaptan con gran facilidad a lo que les va viniendo pero eso no significa que no te echen de menos, estoy segura que con más frecuencia de lo que imaginas se lo dicen a su mamá.

    Besos

    ResponderEliminar
  11. Bonito y triste. Seguro que cada una de esas llamadas vale un mundo para ti. Un abrazo, y gracias por tu visita :)

    (Luna)

    ResponderEliminar
  12. Frabisa, pasen mil años, cien sunamis, aunque tenga canas, aunque me hagan abuelo, aunque sean madres, aunque me enfade, aunque se enfaden, sé que NADIE podrá cambiar que somos de la misma sangre y que ellas con mis niñas...mis hijas. Gracias por escribir.

    Bego, estoy de acuerdo contigo, y consuela saber que no son como nosotros los adultos que podemos vivir apenados..ellos disfrutan el momento y sé en el fondo, que me echan de menos.

    Diana..sí que cada llamada es un vencer mis temores, mi ansiedad por saber que encontraré...pero son mis niñas...y seguiré intentando.

    Victor, para mí es un gusto del alma, como lo digo en uno de mis primeros post, conectar con otros seres humanos...me alegra haber conectado contigo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Bueno te descubro ahora mismo, y leo esta entrada y joroba me haces llorar, es q yo soy un pelo tierna pero no se lo digas a nadie ¿vale?, ya sabes luego todo se sabe
    Siempre ves la historia del lado de la mujer, tal vez pq hace tanta falta que los hombres salgais de ese caparazón en el q os encerrais

    Tengo una niña de 5 años, si no la viera cada dia no se q sería de mi.

    Busca cobertura, haz los kms q sean necesarios, pero no dejes ni un solo instante de hacerte presente en sus vidad
    pq la mwemoria es selectiva y por desgracia fragil, q no te olviden
    PQ sé perfectamwente q tu no las olvidas
    Joder q estoy llorando otra vez

    muakkkkkkkkkkkkkkkkkk
    ( me has dado una idea para mi entrada de hoy )

    ResponderEliminar
  14. Bolero, gracias por tu visita. Creo que los hombres somos culpables de esa imagen estoica, insensible e inquebrantable. Un hombre también llora, añora, extraña...curiosamente fue mi MADRE la que me enseñó a sentirme, a expresar amor...Ahora me toca luchar porque mis niñas reciban de mí ya no consejos ni palabras, sino ese mismo amor....Gracias, otra vez. Besos.

    ResponderEliminar
  15. Los niños saben cuando alguien les quiere. Y sé que te echan de menos, además se nota que eres un padre estupendo, puedes sentirte orgulloso.

    Un beso grande

    Ali

    ResponderEliminar
  16. Que curioso, una hora antes de que visitaras mi blog, ya estaba leyendo este post. Me conmovió un poco y no me atreví a comentar, pero ya que has dado el primer paso (Risas) Aquí me tienes…

    No te cortes en llamar a las nenas, dejarles saber que existes y cuentan contigo, el sentir que nuestro padre, quiere estar con nosotras cuando somos niñas, es algo imprescindible para nosotras las mujeres, es normal que te afecte que no te extrañen, pero te garantizo que te echan mucho de menos sin temor a equivocarme. La niña de la foto es preciosa.

    Muchas gracias por tener la gentileza de pasarte por mi casa, muchos besos, volveré.

    ResponderEliminar
  17. Esperanza, gracias por tus lindas palabras. La verdad que gracias a gente como tú uno recibe luces adicionales permiten ver desde otra óptica las cosas, la vida...Gracias otra vez.

    Pasaré por tu casa más veces, sinduda. Por cierto,en el post del Mahna mahna quise poner tu nombre y puse otro. Ya está enmendado. Besotes.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

¡Gracias por animarte a escribir!!! Gracias a tu comentario otras personas podrán animarse a sumar otros puntos de vista. ¡Saludos!

Entradas populares de este blog

Los sueños se pueden hacer realidad

Mi regalo para ti: Las 8 publicaciones más populares de mi blog de los últimos 7 años

"Saber que se puede, querer que se pueda..."