Un día cualquiera en el Seminario

Son las cinco de la mañana...enciendo la luz, también la radio y pongo "Radio María". Un grupo de religiosas rezan el rosario mientras busco implementos para el baño...tengo que entrar en la ducha comunitaria, pues si llego un poco mas tarde, tendré que esperar que mis "hermanos" salgan para poder bañarme.

En el pasillo me cruzo con Jorge, nos saludamos con la mirada, sin hablar, al igual que con Isaías y Miguel. Cada uno a su respectiva ducha. Me baño, sigo en silencio. Cojo la toalla, me seco y me dirijo a mi habitación. La ropa la tenía planchada desde el domingo, en la que tuve una hora "libre" y aproveché para dejar toda la ropa en condiciones para usarla en la semana. Tomo la ropa, me visto, sigo en silencio, y me voy hacia la capilla, en donde van llegando uno a uno mis "hermanos", y desde luego, cada uno mantiene el silencio.

Como siempre, me toca preparar los cantos para la celebración. Tomo hoja y papel, reviso el evangelio del día, elijo las canciones más adecuadas. Es hora. Entra el padre y mi boca por fin se abre...sale de mí parte de mi alma en cada letra, en cada palabra, en cada nota...Nuestras voces se unen en una sola...todo es armonía...

La celebración termina...el silencio no se rompe hasta que se da inicio el desayuno comunitario. Es sorprendente el cambio del ambiente...sonrisas, hablamos del curso que nos tocará en la facultad, del partido de fútbol que pasará por la noche, ..es un desayuno entre amigos, que buscamos simplemente ser dignos de la responsabilidad que hemos decidido asumir.


La mañana en la facultad ha sido cansada...a mí, que estoy en I de Filosofía me tocó Lengua I, Lógica Aristotélica, Latin I e Historia Universal I. Nos reunimos a las 12 y 30 antes de comer. "Rezo" cantado del Angelus. A comer..que hambre tengo. La "seño" se ha esmerado en la cocina..que bien lo haces a pesar que somos 90 .

No me tocó esta semana ser del equipo de cocina, por lo que no me toca fregar los trastos. Pero no me salvo...limpieza de nuestras zonas asignadas en una hora, para luego, bajar a jugar fútbol ...una de las mejores horas del día (digo bajar que las habitaciones están en una segunda planta y la "cancha" de fulbito esta "abajo"). A las 16:00 ya debo estar en la capilla, aseado y cambiado para la oracion de la tarde, que dura 15 minutos para luego ponerme a estudiar.

Como se han pasado las horas, entre declinaciones, sujetos y predicados y condicionales...estoy con el cerebro echando humo. Ya son las 18:30. Hora de las "vísperas". Hemos terminado. Toca cenar. Son las 19:00. Como siempre, todo está muy bien, pero controlo lo que me sirvo, sencillamente por una disciplina personal que me autoimpuesto, para tener más dominio de mí.

Ya son las 20:00. Hora libre. Mientras que unos aprovechan para su rezo personal del rosario, otros ven televisión, otros en la sala de juego intentan completar el puzzle de 1000 piezas. Yo me voy a tocar guitarra...Nos llegan las 22:00 horas. Es hora del rezo del final del día. Las "Completas" (así les llamamos). Terminamos el rezo. Se inicia el silencio, que nos acompañará toda la noche...







Comentarios

  1. Hola César:

    Aunque no te conozco, me conmueve tu forma de escribir; transmites bonitos sentimientos y buenas vibraciones.

    Cuando puedas, pasa por mi blog; hay un regalo para ti.

    Besos. Ana

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  2. Buen post...que sorpresa...cómo siempre...un besazo

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  3. Cuantos recuerdos!! Que linda epoca!! Snifff... No, no, recordemos con una sonrisa

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