El tiempo, ese implacable amigo
Es curioso cuando te das cuenta que el tiempo pasa, sin ningún tipo de consideración a uno mismo. Tiene su propio ritmo, su propia personalidad, impone siempre, pero siempre, su última palabra...es cuando él diga.
Un ejemplo curioso: escuchaba con mis hermanos, cuando estaba en Lima en este viaje, algunas canciones que deseaba llevarme a casa (mi casa en Madrid), y que hacia 4 años que no escuchaba. Mi hermano Alan atinó al decir, no sin reirse: "Oye, parece que has salido de una cámara del tiempo. Estas canciones ya no se escuchan desde hace 4 años!!!!...."
Me sentí realmente así, fuera de tiempo. Mi familia ha crecido: ya no son "sólo" mis hermanos, son Alan, su mujer y su niña; Pedro (mi primo, que es mi hermano de toda la vida y del que no he hablado, pero lo haré) con su mujer, mis tíos con sus hijos pequeños, mi prima casada así que conocí a su esposo..¡Diosss! ¡Cuantas cosas pueden pasar en 4 años!!!
Ni siquiera los lugares se escapan del tiempo. Algunos más desgatados, otros renovados como si con su remozamiento quisiera demostrar que se resisten a envejecer, es curioso, como le pasa a muchas personas que conozco.
Aún así, hay cosas que no cambian. El amor de los padres, de la familia, de los verdaderos amigos...La sensación más intensa fue cuando recorrí las calles de mi barrio de adolescencia. Las calles vacías, respirando un clima de calma...y soledad. No podía creer que estaba pisando esa tierra que muchas veces me sintió pasar, ya sea cuando me dirigía a los ensayos de coro o cuando iba a ver a mis amigos o a mi novia....esas calles silentes, pero espectantes a cual sería mi reacción siguiente, segundo a segundo, paso a paso. No, no había cambiado ese barrio...había cambiado mi forma de verlo, de sentirlo, y por que no decirlo..también la de las otras personas que siguen viviendo allí.
El tiempo, es implacable, pero amigo cuando queremos sanar heridas, cuando queremos reconstruirnos despues de un golpe destructor de amor, cuando sencillamente el sueño que esperabamo algún día, llega hoy...El tiempo, .....ese amigo implacable.
Ey, has vuelto!!! y parece que fue ayer cuando te marchaste. ¿Ves? el tiempo.
ResponderEliminarUn beso y bienvenido de nuevo.
Gracias Eva...intentaré mantenerme en forma y seguir aportando mi granito de arena...
ResponderEliminarBesos
El tiempo que se nos desliza entre los dedos, imparable. Afortunadamente las ciudades cambian, las personas cambian. ¿Te imaginas volver a ver la calle donde jugaste de niño, o donde conociste a tu primer amor, exactamente igual que estaba? ¿O tu casa, tu habitación tal y como la dejaste años atrás, sin que nada haya cambiado de sitio?. Creo que al verlas de nuevo, después de tantos años, nos traerían tantas emociones de golpe que no podríamos resistirlo. Es mejor así que el tiempo nos cambie y lo cambie todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me encanta tu regreso. Un abrazo
ResponderEliminarEl tiempo siempre pasa y dejalo que siga pasando, no podemos retenerlo, sólo verlo pasar y aprender de él, de lo bueno y de lo malo. Ya se dice que cómo no se pueden gobernar los acontecimientos, debemos al menos gobernarnos a nosotros mismos. Un beso.
ResponderEliminarAquí sigo, leyéndote y conociendo algo más de ti.
ResponderEliminarVolveré.
Besos salados